Una realidad muy silenciada

Una realidad muy silenciada

jueves, 7 de abril de 2011

Alto nivel de humus

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Alto nivel de humus en un huerto cultivado a la manera de la agronomía clásica

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"Los abonos químicos destruyen la fertilidad natural del suelo convirtiéndolos en desiertos dependientes de insumos cada vez más caros. Como él, muchos otros hemos llegado a la misma conclusión después con medio siglo ya de experiencia en la agricultura industrial iniciada con la Revolución Verde.  El uso de abonos químicos responde al principio de “pan para hoy, hambre para mañana”. Junto a otras muchas sustancias biocidas de uso generalizado en la agricultura han contribuido a la esterilización de los suelos y, con ello, a la pérdida de su fertilidad natural.


UN GRAN LABORATORIO LLAMADO SUELO

El suelo no es un sustrato inerte. Un suelo es un sistema donde se producen complejas reacciones bioquímicas y donde viven en equilibrio millones de seres vivos diferentes. Para que esto sea posible es necesario que se den unas condiciones específicas de estructura que permitan la circulación del aire y el agua. Aunque parezca insignificante, la unión que se produce en el suelo entre el mundo mineral y el mundo orgánico, entre el humus y la arcilla, es la base de la vida tal como la entendemos. Sin ella las plantas no podrían alimentarse y toda la cadena trófica se desmoronaría. La vida en la tierra tal como la conocemos hoy en día no existiría.
 El suelo es un almacén de nutrientes atrapados para evitar que la acción de la lluvia y la erosión los haga inalcanzables para las plantas. Y la llave del almacén la tienen los microorganismos que viven en el suelo. Ellos se encargan de sacar los nutrientes y ponerlos a disposición de las plantas. En un ecosistema natural existe un equilibrio perfecto entre el suelo, los microorganismos y las raíces de las plantas.


UNA SITUACIÓN DRAMÁTICA

La situación de muchos suelos agrícolas es actualmente dramática. La agronomía está revisando sus principios y se vuelve a hablar de la importancia de la fertilización orgánica, de dejar una parte de los restos de cosecha en el campo, del papel de los microorganismos como las micorrizas en la alimentación de las plantas y de los grandes problemas ambientales que ha provocado el uso generalizado de abonos químicos. 
Debemos recuperar la sabiduría del agricultor y alejarlo de las recetas que sólo enriquecen a unos pocos. Devolver al suelo su papel en la alimentación de las plantas y trabajar junto con los microorganismos del suelo como verdaderos responsables de la fertilidad."

Montse Escutia es ingeniera agrónoma

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